miércoles, 27 de marzo de 2013

Kawasaki...


Jadeante de mi tedio, miro cerca y encuentro mentes vacías sin valor de enunciar su hedonismo, alegría o desconsuelo dentro del mismo mundo...
Y hoy que el sol decide no brillar más, es que resuelvo surgir de esta mazmorra que inhibe mis pensamientos y obras, tú y yo, al lado del camino, donde no nos dejan salir...
Y te vas, mientras mi colega del flanco que me mira. Miedo en sus ojos, aprensión de una vida la cual no hemos decidido vivir. Razono lo que no sienten, lúgubres miradas de asco y desprecio hacia lo que no soy.
En este universo; ¿Quién decide que ser? Hoy me tocó ser la contemplación de todos, feliz mientras Dios este de mi lado, aún no lo conozco pero sé que está aquí...
Colaboran conmigo lo que será su posible última sonrisa, ya que esta noche se definirá su vida, el reír o llorar, el amar u odiar, el vivir o morir...
Y Almas que me reciben en su regazo, de pena o condena tal vez, pero es todo un desliz en esta vida pasajera, mi madre a mi lado, la que siempre estará, mientras esa mirada de miedo vuelve a invadir mi ser... reír o llorar, amar u odiar, vivir o morir...
Es tiempo de despertar y de esperar lo que Dios mande. Solo en esta habitación sin nadie que me mire... vivir o morir...
Un nuevo amanecer, el mismo hedonismo y yo parte de ese juego, sonrío con mis labios rojos de dolor, mis manos sin piel que elevan al vacío lo más profundo de mi ser, con mis ojos rojos sin saber por qué y mi mente hacia la esperanza que me alumbra...
Un sistema del cual no puedo corregir, pero sí puedo opinar, no es lo que me parece pero lo digo mediante una expresión: sufrimiento que creen que siento, manipulación del cual hoy pienso sacar provecho…
Mi enfermedad me enseña a compartir, a sonreír y a engañar. Espero volver a este paraíso donde sé que habrá alguien a mi lado...
Contigo aprendí a ver la luz del otro lado de la luna...
Y que mi vida sin ti, no tiene sentido ni control...
Y que alguna vez dos estrellas vi nacer...
Y que siempre estuviste ahí...
El sol decide no brillar más, pero pequeñas gotas de lluvia susurran el dolor, lágrimas de amores perdidos en el tiempo… una inspiración es lo que eres para mí, inspiración, nada más…