lunes, 27 de febrero de 2012

Concepción...


"Mi infancia, que fue dulce, serena..."


Viviendo siempre en una burbuja, sin poder diferenciar entre el bien y el mal, ya que miles de ideas recorren mi hoy desvalorada mente, y mientras mi pesar de culpa va aumentando, divago en el limbo de poder entender todo lo que me rodea...

Miro mi ya acabado cuerpo, y siento que las fuerzas que nunca las tuve, hoy me llevan a descansar, todo unido se torna claro, y me acerco más a la Divinidad, por 8 horas estoy tranquilo conmigo mismo ya que evado a todo lo que me rodea, y yo en este cuerpo que me artapa, que a la vez me causa confusión... placer y miedo, rencor y perdón, catatonía y estabilidad emocional...


"Entre el manso rumor con que muere una ola y el tañer doloroso de una vieja campana..."


Nada es normal desde aquel día, tiempo encontrado cada vez que veo a la luna, mi única confidente, ya que hoy tengo miedo de esos viejos demonios, es entonces donde divago enter el pensar y olvidar, y olvidar y olvidar...




Sostengo un don que Dios me dió, pero en este momento mi mente se viene nublando cada vez más, la luna va desapareciendo y mis sentimientos los reflejo sobre las personas que más quiero, inconscientemente: vivir lo que viví, sentir lo que sentí, odiar lo que odié.


"En la mañana azul, al despertar, sentía el canto de las olas como una melodía..."


Es la primera vez que me desnudo ante tanta gente que nunca antes conocí, pero esta mi explicación tan aburrida para aquellos, es tan placentera para mí, es entonces donde vuelvo a mi infancia, "que no fue ni dulce ni serena" y la pus llena de miedo, vergüenza y rencor hacia aquella infancia que nunca tuve, se empieza a liberar de mí, empieza a liberar mi alma suavemente, sé que mañána no estaré bien, necesito descansar...


Pero en este instante concluyo mi "vida" dándome cuenta que algo iba mal, aquella burbuja no era "vida"! Es entonces que empiezo a vivir...


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