Mientras divago por el mundo, encontrándome con el hacedor de almas, que de un golpe... puede brindarme una compañía eterna... mente separada en cuatro partes y con su mano izquierda tratando de salvar lo único que le interesa... blanco perseguido por muchos que en ese momento vienen acompañándome... infamias que voy a recibir...
Todo se encuentra inundado por interrogantes que asechan mi cabeza, mientras sigo mi eterno andar... una mujer sobre un caballo que parece ser la procreadora de todo lo que se conoce como vida, mientras que esos sonidos me vuelven a preguntar sobre aquel número nueve... un Dios que manipula millones de marionetas y observo mi interior, en el que se encentra un lugar totalmente blanco y que no parece servirle a alguno de esas marionetas...
"ya que de día es felicidad... mientras que de noche salen las sombras a asesinar a los que no concuerdan con ellas"
Y miles de colores que invaden mi cerebro... trato de entender el porqué de las cosas, si yo soy "the one"... marionetas y muñecas de papel que bailan al rededor mío, ya que todos son idénticos y me siento el único universo diferente a ellos...
Y Dios que juega conmigo, mientras descanso "cinco minutos más" que parecen ser una eternidad, pienso que todo alrededor se viene cayendo... es mentira, pero lo malo es que es verdad...
Y claro... cada uno somos un mundo diferente y que el loco no es loco porque quiere serlo, sino por alguna razón... yo y mi tratar de que aquellas marionetas sean iguales que yo... NO PUEDO, NO SOY DIOS: "COMO ME GUSTARIA SER DIOS PARA HACERLO TODO RAPIDO"... o al menos tener los Ojos de Dios...
Este soy yo... y no soy cualquiera de esas marionetas, ahí también estas tú, y no eres como yo...
Al finalizar la gran matanza, con miles de cadáveres sobre el verde césped, observo al herrero de la vida que grita hacia el cielo "¿No pensaste que podría terminarte?"...
Tranquilidad para todos... menos para mí...
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