
Es ahí donde me di cuenta que eso tan fácil de conseguir es sólo pasajero, sin la necesidad de cerrar los ojos para poder sentir lo que realmente se debió sentir... sin la necesidad de asfixiar a la otra persona...
Y cuando uno menos lo espera, llega aquello que nunca había pensado que existía, y en esa elevación es donde me di cuenta de lo valioso que era... cerros de mirra quedaban nulos ante ese regalo que Dios me había dado... al cerrar los ojos es donde realmente me encontraba complacido, e iba entendiendo el significado de esa actitud... cada vez que pasaba mi elevación al nirvana se hizo constante... me encontraba pacífico y tranquilo, ya que esa sensación de unificación nos hacía sentir fuera de este mundo, pero era un desequilibrio dentro del equilibrio (porque el equilibrio es imposible cuando...) y todo se hacía no por alguna obligación sino porque realmente nacía hacerlo....
Y ahora... extrañando esa sensación pero del no saber que significa exactamente... converso con Dios y me da ciertas pautas para seguir en el sendero...
Ahora para mi significa demasiado... y el último significó aun mucho más para mi...
Y es entonces donde desde una clínica musical... me pongo a observar a la luna...
No hay comentarios:
Publicar un comentario